Respuesta ante la crisis dirigida por los sobrevivientes y la comunidad: Experiencia y aprendizaje prácticos
En los debates que tuvieron lugar antes, durante y después de la Cumbre Humanitaria Mundial (CHM) de 2016 se reconoció que el sistema humanitario, tal y como lo conocemos, no está preparado para hacer frente a las tareas y los retos actuales, y mucho menos a los retos futuros. El Gran Pacto (Grand Bargain) asociado produjo 10 líneas de trabajo temáticas y 51 compromisos para abordar algunas de las deficiencias detectadas en el sistema humanitario existente. Entre ellos se encuentran los compromisos a nivel de transparencia, localización, dinero en efectivo, participación y el llamado «nexo» entre el desarrollo, la acción humanitaria y la consolidación de la paz.
Algunas líneas de trabajo específicas, así como un gran número de investigaciones, conferencias y otras iniciativas asociadas, han tratado de determinar la mejor manera de cumplir con estos compromisos. No obstante, la mayoría de los analistas y las partes interesadas coinciden en que el progreso real y los cambios en materia de localización y participación han sido mínimos.
Este artículo de la red presenta y explica los conocimientos y la experiencia existentes con una modalidad de trabajo emergente dentro de los programas humanitarios. Por ahora, llamamos a este enfoque «respuesta ante la crisis liderada por los supervivientes y la comunidad» (o SCLR, por sus siglas en inglés), ya que busca permitir que los actores encargados de la ayuda externa se conecten, apoyen y fortalezcan sus respuestas ante la crisis ya identificadas, diseñadas, implementadas y monitoreadas por los grupos de autoayuda nuevos y ya existentes entre las poblaciones afectadas por la crisis. Este artículo define lo que se entiende por “respuestas lideradas por los supervivientes y las comunidades” y lo sitúa en un vocabulario creciente en torno a la ʻlocalizaciónʼ.
Las SCLR son anteriores a la Cumbre Humanitaria Mundial y al Gran Pacto. Pero, al mismo tiempo, este enfoque puede ayudar a los actores humanitarios a cumplir, en la práctica, con los compromisos asumidos durante el Gran Pacto. Las SCLR no pretenden sustituir los métodos de trabajo ya existentes, ni son una solución que se pueda aplicar automáticamente en cualquier contexto. Su objetivo es, más bien, complementar los programas de ayuda existentes provenientes desde el exterior. Lo que es más importante es que las SCLR, como una forma de trabajo, tienen que adaptarse a cada contexto específico y, debido a su naturaleza, seguirán evolucionando y adaptándose a medida que se vaya ganando experiencia y los contextos cambien.
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