La mayor parte de la ayuda humanitaria internacional se proporciona en especie, ya sea en forma de alimentos, semillas, herramientas, medicamentos, materiales para construcción de viviendas o bienes domésticos entre otros. Al mismo tiempo, no obstante, ha surgido una significativa y creciente tendencia a ofrecer efectivo o cupones como alternativas o complementos a dicha ayuda en especie. A medida que se adquiere experiencia en el uso de transferencias de efectivo, se hace también más evidente que éste puede jugar un papel importante en la ayuda tras emergencias en una amplia variedad de sectores. Puede facilitar el acceso a alimentos, ayudar a regenerar o proteger medios de vida y a satisfacer las necesidades de alojamiento y de productos no alimentarios, apoyar a los refugiados y propiciar los procesos de retorno y reintegración. La cuestión ya no es si el efectivo es un medio apropiado para satisfacer las necesidades de las personas afectadas por algún desastre, sino cómo conseguir que las organizaciones, los donantes y los gobiernos utilicen estas transferencias de la forma más eficaz, como dictan sus resoluciones y objetivos.

Este GPR sintetiza directrices sobre transferencias de efectivo previas, concentra conclusiones extraídas de ciertas investigaciones y evaluaciones y añade ejemplos prácticos de intervenciones basadas en efectivo. Una de las dificultades que entraña escribir sobre respuestas basadas en efectivo es decidir qué incluir en el análisis, ya que el efectivo es una alternativa aplicable a cualquier forma de ayuda. Aquí nos centraremos en la temática específica del efectivo. Aunque somos conscientes de su importancia, no abordaremos con detalle los aspectos generales relativos a cómo realizar valoraciones, seleccionar a los destinatarios de la ayuda, supervisar los programas y garantizar la rendición de cuentas a las personas afectadas por un desastre.

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