Venezuela enfrenta una crisis en su sistema de salud que incluye escasez de medicamentos. La crisis ha tenido efectos diferenciados en las personas LGBTI que viven con el virus de inmunodeficiencia humana (VIH). Según Amnistía Internacional, las vidas de las personas seropositivas en el país se encuentran ante un riesgo inminente debido a la falta de medicamentos antirretrovirales esenciales. Amnistía Internacional (2018) Venezuela: Personas con VIH de la comunidad LGBTI nunca han temido tanto por sus vidas como ahora (www.amnesty.org/es/latest/news/2018/07/venezuela-personas-con-vih-de-la-comunidad-lgbti-nunca-han-temido-tanto-por-sus-vidas-como-ahora/). Miles de personas se han visto obligadas a emigrar a otros países en busca de medicamentos. Para ellas, las opciones se reducen a emigrar o morir. Si bien muchas personas han viajado a Perú, Chile e incluso a España en busca de antirretrovirales, la mayoría se ha ido a Colombia. En Colombia, las personas LGBTI viviendo con VIH enfrentan múltiples barreras para acceder al tratamiento antirretroviral. Estas barreras surgen de prejuicios relacionados con sus orientaciones sexuales, identidades de género y expresiones de género diversas, así como barreras legales vinculadas a su condición migratoria.

Situación de las personas LGBTI viviendo con VIH en Venezuela y su viaje a Colombia

Según el Programa Conjunto de las Naciones Unidas sobre el VIH/SIDA (ONUSIDA), se estima que 110 000 personas en Venezuela vivían con VIH en 2020. De ellas, el 55 % recibía tratamiento antirretroviral. Las personas trans y los hombres que tienen relaciones sexuales con hombres tenían tasas de prevalencia de VIH del 35,8 % y del 22,3 %, respectivamente, lo que demuestra el mayor riesgo que enfrentan.

El sistema de salud de Venezuela comenzó a deteriorarse en 2018, dos años después del inicio de la crisis económica: en ese año, solo el 26 % de las personas con VIH accedieron al tratamiento antirretroviral y el 90 % de las personas que vivían con VIH y se habían registrado para el tratamiento antirretroviral en oficinas gubernamentales, no lo estaban recibiendo. La falta de fondos ha causado escasez de medicamentos, suministros y equipos médicos, mientras que un gran número de profesionales de la salud han emigrado a otros países. Casi el 90 % de los hospitales advirtieron de la escasez general de medicamentos en 2018, incluidos los medicamentos antirretrovirales. La mayoría de personas venezolanas han recurrido al uso intermitente de medicamentos, a la autodosificación parcial, a tratamientos incompletos (por la falta de uno o más de los medicamentos del tratamiento), a la restricción del tratamiento o al uso de medicamentos vencidos.

El impacto de la crisis en el sistema de salud ha obligado a muchas personas a abandonar el país. Para las personas LGBTI que viven con VIH, la motivación de migrar a otros países se funda en la escasez de medicamentos, la falta de cobertura de tratamientos integrales y los servicios de salud inadecuados.

Nos fuimos por todo eso, por falta de alimentos, medicamentos para un amigo que tiene VIH y, sobre todo, por miedo. Grupo de debate, Cúcuta (Colombia), diciembre de 2019, citado en Caribe Afirmativo (2020) Sentir que se nos va la vida: Personas LGBTI+ refugiadas y migrantes de Venezuela en Colombia, Ecuador y Chile. Barranquilla: Caribe Afirmativo (www.acnur.org/publications/pub_agd/6062ad154/sentir-que-se-nos-va-la-vida-personas-lgbti-refugiadas-y-migrantes-de-venezuela.html).

Los prejuicios agravan los riesgos a los que se enfrentan las personas LGBTI. Muchas personas LGBTI ya vivían en situaciones precarias en las que carecían de protección y estaban socialmente excluidas, lo que les impedía acceder a la salud y a las redes de apoyoks.

El acceso a los medicamentos para el tratamiento de enfermedades crónicas, como el VIH, es un problema especialmente urgente en los países de destino. Para las personas LGBTI, esto supone importantes barreras a causa no solo de los prejuicios contra sus diversas orientaciones sexuales, identidades de género y expresiones de género, sino también por su condición migratoria. Debido a que se enfrentan a numerosos obstáculos para acceder a la atención sanitaria y a los tratamientos, los programas de las organizaciones humanitarias deben priorizar la facilitación del acceso a tratamientos para enfermedades crónicas, especialmente para los grupos de población con altas tasas de prevalencia de VIH. Esto crearía una respuesta humanitaria más integral e inclusiva.

La falta de una respuesta humanitaria integral e inclusiva en Colombia

En respuesta a la migración masiva de venezolanos a Colombia, el Gobierno colombiano ha adoptado medidas especiales para regularizar la inmigración de personas venezolanas y ha proporcionado servicios de salud, independientemente de la condición migratoria. Sin embargo, el acceso a la asistencia sanitaria está limitado por el Decreto 412 de 1992, que establece una definición estrecha de los servicios de salud de emergencia como «atención médica inmediata y efectiva tendiente a disminuir los riesgos de invalidez y muerte» en caso de «alteración de la integridad física y/o mental de una persona, causada por un trauma o por una enfermedad de cualquier etiología». Esta definición presenta una barrera legal y práctica para acceder a tratamientos antirretrovirales, dado que el tratamiento no constituiría atención sanitaria inmediata. Para las personas LGBTI en Colombia, el acceso a la atención de salud también se ve obstaculizado por los prejuicios y el estigma. Por ejemplo, los centros de salud exigen que las personas LGBTI se hagan análisis de sangre para detectar VIH antes de prestar cualquier servicio de salud, asumiendo que, debido a sus prácticas sexuales, tienen VIH. Caribe Afirmativo (2020) Sentir que se nos va la vida.

Las personas LGBTI que viven con VIH se han enfrentado a la negación de derechos, la discriminación y la violencia al buscar atención sanitaria. Muchas han tenido que recurrir a acciones legales para tratar de acceder a servicios que no se consideraban urgentes, pero sin los cuales sus vidas enfrentaban un riesgo inminente, incluido el tratamiento antirretroviral. Las personas LGBTI que viven con VIH han emprendido acciones legales en Colombia, argumentando que la negación del tratamiento antirretroviral constituye una violación del derecho a la vida y a la salud. En 2020, la Corte Constitucional de Colombia dictaminó que el tratamiento antirretroviral es esencial para preservar la vida de un paciente VIH positivo. Aunque esto no modificó el texto del Decreto 412, sí amplió la interpretación de la atención sanitaria urgente y de emergencia para incluir todos los medios para preservar la vida de una persona LGBTI viviendo con VIH.

La necesidad de una respuesta humanitaria integral e inclusiva

Si bien algunas personas LGBTI que viven con VIH han logrado acceder al tratamiento a través de acciones legales, aún se requiere una respuesta humanitaria que reconozca los múltiples y complejos riesgos que enfrentan las personas LGBTI que viven con VIH en Colombia y Venezuela. En especial, en las crisis humanitarias que afectan indirectamente la calidad y el acceso a la atención sanitaria, se necesita una respuesta integral e inclusiva que sea inmediata, centrada en necesidades concretas y que tenga el objetivo de reducir los riesgos para las personas LGBTI que viven con VIH. Aunque el tratamiento del VIH requiere medidas a mediano y largo plazo, esto no impide una respuesta humanitaria integral inmediata, que tenga en cuenta la diversidad sexual y de género. Por lo tanto, los programas y los fondos deben concebirse tanto para brindar acceso a la medicación antirretroviral, como para garantizar una atención sanitaria adecuada.

El VIH es generalmente invisible en las respuestas humanitarias porque el sistema humanitario se ha centrado históricamente en otras necesidades y no está estructurado para responder a tales necesidades de salud a largo plazo o crónicas. El VIH no solo somete a las personas a condiciones de vulnerabilidad, sino que además los riesgos de infección aumentan en condiciones de crisis, especialmente para las personas LGBTI. Elliott, L. (2003). Gender, HIV/AIDS and emergencies (https://odihpn.org/publication/gender-hivaids-and-emergencies/). Por esta razón, se necesita una respuesta humanitaria que considere factores como la prevención y la asistencia. Esto incluye campañas de formación, prevención y atención para las personas LGBTI que viven con VIH y para las comunidades en general.

En el caso de Colombia, es indispensable priorizar medidas que permitan la detección y la prevención del VIH desde una perspectiva de diversidad sexual y de género, al mismo tiempo que se requieren medidas urgentes para facilitar el acceso inmediato a los tratamientos antirretrovirales. Estas medidas humanitarias deben ir acompañadas de políticas y protocolos de salud pública para la atención de los venezolanos en el contexto de la movilidad humana.

Cindy Hawkins Rada es abogada e investigadora de Caribe Afirmativo, una organización no gubernamental colombiana que promueve y defiende los derechos de las personas LGBTI.

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